Se acerca al tubo donde estoy atada.
- Sonic... - escapa un susurro de mi boca.
Como si lo hubiera oído, sube y llega hasta mí rápidamente. Se agarra del tubo y me mira de cerca sonriendo, sin todavía desatarme.
- Me gusta que me eches de menos - acaricia mis mejillas llevándose mis lágrimas, y luego las saborea - es tan romántico - acerca su cara hacia mi cuello - y delicioso...
Aparto mi cara de él, me chupa el cuello, al llegar a mi barbilla coge mi cara, me la pone al frente suyo y me besa con su asquerosa saliva. Me daba grima su saliva con que empecé a gemir para que parase y así lo hizo. Ríe con su grande sonrisa burlona. Sabía que se estaba divirtiendo de mí a su costa.
- Seguiremos después, mi deliciosa rosa - dice aguantando mi barbilla entre sus dedos.
Yo no tenía valentía de responderle, solo cerré los ojos suavemente y agaché la cabeza con tristeza. Finalmente me desató y me llevó en brazos hacia la salida.
De repente un robot gigante nos cortó el paso. Era Eggman, esta era la batalla final de la aventura.
- Esta vez no te irás de rositas, erizo endemoniado. ¡Te destruiré! - grita enfadado.
Él ríe como siempre.
- Me olvidaba de esto ¡Mhmm!¡Mhmm!
Me pone a un lado.
- Espera aquí, preciosa - roza mi barbilla con sus sangrientos dedos y se va a la lucha.
Me puse al lado de una columna, casi detrás, y vi el duelo. A medida que iban luchando, me fijé en las técnicas de Sonic...EXE... Eran más violentas que las del verdadero Sonic. Sonic solo trataba de esquivar los ataques de Eggman y derribar la máquina, pero Sonic EXE... Sonic EXE no era así... Sus ataques eran más violentos: esquivaba atacando a la vez a la máquina, atacaba con fuerza a los puntos fuertes y débiles de la máquina, arrancaba cables con furia y euforia, aplastaba todo... ¡Arrasaba con todo!
Finalmente la máquina cayó derrotada contra la pared y los pilares, explotó, he hizo que se derrumbara la base de Eggman. Sonic se volvió a lo lejos, me miró, su mirada penetró en mí e hizo que mi corazón latiese más deprisa, me miraba con su gran diabólica sonrisa, y de repente se desvaneció en el aire. Cuando me quise dar cuenta, ya estaba entre sus brazos y corriendo, le miré con temor. Notó mi mirada en él, pues me habló.
- Tranquila, mi rosa, estaremos bien - decía mientras todo lo de nuestro alrededor se derrumbaba.
Salimos sanos y salvos del derrumbe, y paró lejos de la base. Nos encontrábamos en una inmensa llanura árida, seca y llena de polvo, un desierto en toda regla, como yo recordaba. Me bajó al suelo, sabía lo que iba a hacer, iba a ocuparse de Eggman, que había logrado escapar. Intenté retenerle para darle tiempo a que huyera con Metal Sonic.
- Espera - tomé su muñeca a punto de irse - ¿a dónde vas? - pregunté asustada.
- Me encargaré ahora mismo de ese idiota gordinflón, ya que no le necesito.
- No le mates por favor, tampoco se merece eso - lloro de verdad.
Se vuelve hacia mí y me acaricia las mejillas.
- Mi linda, no llores, no le mataré si tu quieres, solo le haré un poquito de daño ¿vale?
- Por favor, no- no seas cruel - lloro a lágrima viva, sabía que no iba a cumplir su palabra.
- Tranquila, tesoro mío, no seré tan cruel con él.
Se iba a marchar y no se me ocurría más cosas para retenerle.
- ¡¡No me dejes sola, otra vez!! - grito enfadada, triste, miedosa, desesperada... - no me dejes... Sonic... - agacho la cabeza y aprieto los puños, llorando.
Estaba sorprendido, oí la del verdadero Sonic por un segundo, susurrándome con tristeza.
- Amy...
Después volvió Sonic EXE, se acercó a mí. Me abrazó, le devolví el abrazo fuertemente para no dejarle escapar.
- Tranquila, Amy, flor marchita de mi vida, después de esto no te dejaré sola nunca más - susurra lentamente - como ese erizo azul que conoces...
Se refería a Sonic, él se alejaba de mí por mis intensas persecuciones. Pero yo sé que él en realidad me quiere, me ama.
- No te vayas... déjale marchar... ¿qué importa él?... ya me tienes a mí...
Notó que le agarraba fuerte del cuello, ya que me cogió de las muñecas fuertemente y me las bajó. Me mira.
- Te tendré a tí pero quiero más diversión. Quédate aquí y no te muevas, volveré a por tí.
Rápidamente me dio un beso sin esperármelo y salió corriendo. Me toco los labios y miro a la dirección por donde se fue.
- No quiero volver a verte... nunca - susurro con tristeza y enfado.
Hago caso omiso a sus órdenes y me voy corriendo a la dirección opuesta a la suya.
Voy llorando, con la cabeza agachada y me da pena alejarme de Sonic. Al mismo tiempo que huía de esa monstruosidad, me alejaba más de lo que más amo, Sonic. Lloro y corro más rápido, mi tristeza, enfado y temor me dan energía para seguir hasta el fin del mundo.
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