Contado desde la perspectiva de Shadow
Pasamos el desierto árido rápidamente, y rato después, llegamos aun extenso bosque donde nos quedamos en un gran lago con una forma muy singular y sospechosa. De repente percibí que todo estaba muy oscuro, miré al cielo y era de noche, sin muchas estrellas alrededor pero se veía despejado de nubes. Supongo que Sonic EXE habrá alterado el espacio-tiempo a su gusto. Paramos cerca de la orilla del dicho lago, Sonic dejó a Amy en el suelo y con un chasquido de dedos hizo aparecer una cesta de picnic y su correspondiente mantel. Amy se acerca lentamente a la cesta y mira su interior. Yo me aproximo por si acaso se trataba de una trampa, no me fío ni una púa de ese monstruo, le miro con desprecio, me da ganas de ahorcarle pero me contengo. Se da cuenta de mi mirada y vuelve la cabeza hacia mí, sonriendo con burla. Tenía unas intensas ganas de romperle sus dientes, apreté mis puños con los brazos cruzados y contuve la rabia aún mirándole. Menos mal que Amy intervino porque ya no soportaba más su maldita sonrisita de las narices.
- ¿Vamos a hacer un picnic? - pregunta ella.
Sonic pone su mirada en ella.
- Sí, será sumamente divertido... - me vuelve a mirar - y delicioso.
Sigo mirándole a punto de matarle.
- Tú también estás invitado, Shady - sonríe.
Odio que me llamen así, además de que no probaré su asquerosa comida.
- No quiero probar tus asquerosos mejunjes, solo me sentaré a vigilarte.
- Está bien, como tú quieras.
Nos dispusimos a sentarnos en círculo en el mantel, ya servida la comida en platos.
- Espero que te aproveche, Amy - le dice con estúpida gentileza.
- Esto... gracias - responde ella.
- Sírvete cuánto te apetezca, mi rosa.
- Vale...
Coge un trozo de la tarta de frutas y la prueba. Espero que no tenga nada esa comida, porque como le pase algo a Amy juro que mato con mis propias manos a ese maldito ser despreciable.
- Oh... está... muy rico... - dice finalmente masticando.
- Me alegro que te guste - sonríe.
- ¿Los... los has hecho tú?
- Hago cualquier cosa que se te ocurra, Amy.
- Ey Shadow ¿no quieres probar un poco? Está bueno - me pregunta ella.
- No gracias, Amy - contesto.
- ¡Mhmm! ¡mhmm! No están envenenados - ríe Sonic - yo prefiero matar con mis propias manos, no indirectamente.
"Igual que yo quiero matarte a tí con mis propias manos" pienso enfurecido.
- Aún así, no quiero tu bazofia - respondo entre dientes.
- Shadow, tendrás hambre después de todo esto, deberías comer algo - insiste Amy.
- Pufff... - resoplo con desgana - está bien... lo haré para que me dejeis en paz - cojo uno de los bocadillos de jamón y queso y lo mastico lentamente mirando con rabia a ese demonio.
- ¿Qué Shadz? ¿Está bueno? - pregunta con su típica sonrisita.
- Sí... - gruño.
"Maldito hijo de p*** te voy a borrar esa jodida sonrisita de tu cara..." refunfuñaba entre dientes mientras comía. Un rato después, Amy sigue la conversación.
- ¿Tú no comes?
- No... no tengo hambre - contesta EXE.
Como suponía.
- Psss - resoplo con un silbido - sí claro... seguro que le has puesto algo a esta porquería.
- ¡Mhmm! ¡mhmm! Qué cabezota, no le he puesto nada - dirige su conversación a ella - pero si quieres comeré algo para que te sientas mejor.
- Ehh... bueno...
- ¡Sí, hazlo! - intervengo con ganas de que se ahogue.
Coge un trozo de tarta y de un bocado lo engulle todo. Me quedé sorprendido por su... no sé que decir, algo grotesco. Sé que Amy tan alucinada como yo. Después de comerse descomunal trozo de tarta se rechupa sus dedos y se relame la boca con placer. "Estúpido idiota" es lo único que se me viene a la cabeza.
- ¡Ehehehe! Qué rico es disfrutar de las cosas que haces... - se acerca a Amy - ...y te gustan - arquea una ceja apoyando su barbilla en su mano que al mismo tiempo apoyaba en su rodilla. Veía sus repugnantes intenciones, me las olía venir. Estaba por estamparle un plato en la cabeza a ese maldito diablo.
- Pues si te gusta come más.
Me mira pero sin moverse de su posición.
- No gracias... es suficiente... - me contesta con indiferencia.
Agarré el mantel con furia intentando calmarme. Odio esos aires que se da conmigo, como si no fuera nada relevante hacia él. Amy interviene nuevamente en el ambiente tenso que hay.
- Ehh... bueno... estuvo muy rico el... picnic-cena... - intenta calma ese dicho ambiente.
- ¡Mhmm! Qué bueno... entonces ya hemos acabado - chasquea los dedos y desaparece todo - ahora es hora de dormir ¡ehehehe!
Antes de que hiciera que se fuera todo, cogí disimulada y rápidamente uno de esos bocadillos de jamón y queso. Por si me volvía a entrar hambre en medio de la noche, ya que apenas había comido.
Nos levantamos y decidimos el sitio donde dormir, bajo un gran árbol donde hacía buena sombra contra los rayos débiles de luz de la luna. Rápidamente me acerco a Amy, la agarro de su brazo, me siento, apoyo mi espalda contra el tronco y finalmente, la tumbo entre mis piernas. No pensaba de ninguna manera que ese infeliz monstruo durmiese con ella. Nos mira de reojo con recelo y molestia.
- Aah... ¿y yo tengo que estar a favor de que durmáis juntos? Creo que así no va la cosa.
- ¿Y tú crees que voy a dejarte que duermas con ella? Sabiendo lo que haces tú, ni loco - rodeo a Amy con mis brazos y me aferro a ella. Ella me acaricia mis manos.
- Mi mundo, mis reglas, esto no lo voy a pasar por alto.
Se acerca disponiéndose a arrancarme a Amy de mis brazos. Sentía una furia protectiva, una fuerza violenta, tenía la atención de abalanzarme sobre él y despellejarlo vivo. Sentí como mis púas se erizaban más cada vez que daba un paso hacia nosotros. Amy interviene suplicándole.
- Por favor Sonic, solo esta noche... déjame dormir con él.
Puede que haya surgido algo de efecto ya que se detuvo y sonrió.
- ¡Mhmm! ¡mhmm! está bien mi rosa, solo porque tú lo dices - me mira - pero la próxima vez... no dejaré que estés ni un ratito más con él - dice con repugnancia alejándose de nosotros. A mí también me daba asco ese monstruo, el sentimiento es mutuo.
- Vete bien lejos.
"Que cuanto más mejor" termino en mis pensamientos. Él se gira hacia nosotros.
- No os servirá de nada huir mientras duerma porque os encontraré tarde o temprano - da la espalda y gira levemente la cabeza - y luego os castigaré... - acaba sonriendo con satisfacción y se tumba en el suelo.
No sé donde mierda íbamos a escapar si no hay nada, ningún sitio donde ir. Además de que... no dejaría que Amy corriera peligro por algo tan estúpido como escapar hacia la nada. Intento tranquilizarla para que no se aterrorice por sus palabras.
- Tranquila Amy, no dejaré que te haga daño - acaricio sus brazos y tumbo su cabeza sobre mi pecho.
- Ójala fuera cierto... - agacha su cabeza con fino hilo de voz.
- ¿Y-y si... no estás aquí? - pregunta apunto de llorar parece.
Siento que las palabras de ese maldito demonio le afectan mucho a ella, tiene miedo de que le haga daño y encima que sea el faker quién lo haga, sé que lo ama. Suspiro profundamente, la agarro más fuerte con mis brazos, sin hacerla daño y acerco mi cabeza a la suya, acariciándola, chocando mis mejillas contra las de ella.
- Yo siempre estaré aquí, Amy - respondo dolorido por su estado.
Me acaricia mis brazos y gira su cara hacia la mía, juntando más nuestras mejillas. Veo que se le cae una lágrima.
- ¿De-de verdad?
- Por supuesto - sigo con mi misma voz, se me estaba como... cerrando la garganta.
Quedamos en silencio con nuestras mejillas en contacto. Finalmente me pregunta tiritando.
- Sha-Shadow...
- ¿Sí?
- Yo... ¿te importo?
Me hizo una pregunta difícil de responder, no sabía que decir exactamente...
- Sí...
- ¿Por qué...? Si... nunca estamos juntos, no estás con nosotros.
Me limité a contestar con respuestas cortas.
- Eres... mi amiga.
- Si eres nuestro amigo ¿por qué no quieres estar con nosotros?
Intento responder de alguna manera... con dificultad, pero diciendo la verdad.
- Porque... no soy de esas personas sociables...
- Serías feliz si estuvieras con los demás...
- Tengo mis propias razones para no querer estar con nadie...
Se me estaba haciendo pesada la conversación, es algo... estos tipos de temas no estoy acostumbrado a tratar...
- ¿Crees que si estás con nosotros... - piensa, meditando sus palabras y... - ... nos pasará lo mismo que a tu amiga... María?
Al oír de nuevo su nombre... me produjo un impacto emocional... siempre me pasaba lo mismo... María... se me venía todas las escenas a la cabeza, todas a la vez... buenos y malos momentos con ella... con el doctor Gerald Robotnik... y... siempre... finalmente la tragedia... esa... jodida...y espantosa... tragedia... oigo el disparo... su voz resonando por mi cabeza... inútilmente no puedo hacer nada... siento una frustración de ira y tristeza al final... Por eso siempre me enfurezco cuando alguien la nombra, odio sentir esa frustración de impotencia. Intenté dejar esa frustración a un lado, no quería enfadarme con ella, ya que en realidad tenía razón, no quería que... mis únicos conocidos, amigos, se desvanecieran como María. Después de tanto silencio, Amy se acurruca en mi pecho y me hace caricias en él. Intento dar una respuesta sea como sea, suspiro y agrego un "sí" que se confunde con mi exhalación.
Unos pocos segundos después, Amy se arrepiente de su pregunta.
- Lo-lo siento, siento haberte sacado ese tema de...
Me adelanto a ella.
- No importa... déjalo...
Estoy intentando que la conversación... yo... intento tomármelo lo mejor posible, no puedo dejar que esto me hunda y me enfurezca. Acaricio su cabeza con tal de tranquilizarla. Veo que se le cae alguna lágrima. Me entristece.
- No llores, Rose
- Es que... no quería hacerte sufrir otra vez...
Me percato de que sintió mis frustración, eso me hace decaer más... no quiero que ella sufra por lo mío, por mi pasado
- Si no paras de llorar sí que me harás sufrir.
Seco sus lágrimas para que no ensucien su... bella cara de ángel. Alza la vista hacia mí, pongo mi mano en su mejilla, deslizo suavemente mis dedos hasta su barbilla y me quedo mirándola... su rostro.. bello e inocente... me recuerda a un ángel. Su mirada... débil pero iluminadora como... María. Es la primera ves que veo con detalle a Amy, ella es... hermosa, mona, linda... miro sus ojos esmeralda, resplandecen con los débiles rayos de la luna, me hipnotizan su belleza. Su blanca piel, es clara como las perlas, es pura como la nieve virgen... Bajo un poco más la mirada y me encuentro con sus labios... sus finos y delicados labios, me acerco un poco a ellos, siento ganas de... tocarlos... sus labios. Alzo su barbilla, acercándome más a ella. Alcanzo, rozo, toco... y... la beso...
Cierro los ojos, noto el contacto de sus labios contra los míos con más intensidad, siento pasión, chispitas por todas partes, chispas indoloras, suaves, gratificantes. En ese breve instante sentía paz y calma conmigo mismo, olvidé todo lo que nos rodeaba y que solo estábamos ella y yo unidos por ese pequeño beso, por ese corto contacto entre nuestros labios. Por un momento sentí como si estuviera en las mismas puertas del cielo, nunca olvidaré esa sensación tan única y divina. Finalmente separé mis labios de ella y me quedé mirando su cara tranquila pero con una leve expresión de sorpresa hacia mí. Esa expresión suya me hizo pensar si había hecho bien en besarla, la verdad, ni yo mismo estaba seguro de lo que hice. Todo fue... me dejé llevar solo, con movimientos como involuntarios, no pensé en lo que hacía en ese momento, solo seguí mi instinto. Pero ahora que recupero la razón, no creo que haya sido buena idea del todo... podría estar confundiéndola y no quería que se sintiese incómoda conmigo.
- Sha-Shadow... - tartamudea tímidamente.
- No debería haberte... besado... - miro a otro lado.
- Yo...
La interrumpo sin más, antes de que diga nada.
- Pero me hacía sentir mejor...
- A mí también me hace sentir mejor - sonríe.
Vuelvo mi mirada a ella con sorpresa. No me esperaba que a ella también le gustase.
- ¿De verdad...? - alcanzo a decir.
- Sí, tener a alguien que se parece a Sonic tanto dentro como por fuera, me... me siento... segura.
Me alegra que se sienta segura conmigo pero odio que me comparen con el fantoche de Sonic.
- Yo... yo no me parezco a él - respondo con desgana.
- Para mí, sí. Lo eres...
No se cómo puedo recordarle al faker, no me parezco en nada a él. Suspiro hondo y agacho la mirada.
- ¿Sabes Shadow?
Vuelvo a mirarla para atenderla.
- Eres uno de mis mejores amigos en realidad - sonríe - eres una persona muy amable, protectora, valiente, tienes un gran corazón en tu interior - me toca el pecho y me pongo algo tenso pero la sigo mirando - te preocupas por los demás, proteges a tus seres queridos, proteges a los seres que amas.
Seres queridos... seres que amo... esas palabras me ponen nervioso ya que apenas las he tenido en mi vida. Ella prosigue.
- Tus amigos son como tu familia, tu gran familia donde te sientes querido... ¿no es así?
Desvío mi mirada hacia abajo otra vez. Sé que me es difícil hablar de estas cosas después de lo que pasó con María, pero tras oír a Amy... me cuesta admitirlo en alto pero tiene razón... María era mi única amiga y para mí era mi única familia, casi cualquier amigo que pudiera haber tenido podría haber sido una familia para mí. Me alegra que Amy me considere su amigo, su mejor amigo, que me corresponda con su amistad, ya que yo también la correspondo.
- ¿No te gusta que hable de esto? - oigo que me pregunta tristemente.
- Eh... no, no es eso... si tú... ti-tienes razón - digo algo inseguro en mis palabras - ... un poco...
- ¿Un poco?
- Bueno... - la miro - amable no soy... ni me parezco a Sonic... no voy de héroe como él, ni soy graciosillo como él... - respondo serio.
Es que no me gusta que me comparen con ese faker egocéntrico, no lo soporto.
- Bueno... vale - me pone una sonrisa tranquilizadora - tienes razón, no eres igual que él... pero tenéis similitudes.
Resoplo con desinterés y algo de enfado. No sé que similitudes verá entre ese erizo azul y yo, porque no le veo ninguna.
De repente veo que Amy se tapa la boca riéndose. Frunzo el ceño mirándola confusamente.
- ¿Por qué te ríes? - pregunto.
- ¡Mhm! ¡mhm! me pareces gracioso.
- ¿Gracioso? - digo aún más confundido.
- Las caras que pones y los resoplidos me hacen reír ¡ehehe!
- Vaya... - vuelvo a resoplar y sonrío contagiándome de su alegría.
Por mucho que me moleste que me compare con el faker, sus sonrisas y buen humor alegran mi estado de ánimo. Me mira sonriendo dulcemente y me besa la mejilla por donde tengo el arañazo que me hizo EXE. Me sonrojo levemente por su pequeña acción inesperada.
- Espero que no te duela - acaricia mi mejilla.
- Tranquila - rozo su mano con calma - no es nada importante.
Aprieto mi mano contra la suya ligeramente, cierro los ojos y me centro en su suave contacto. Estar con ella es como estar con María, es agradable, tranquilizador y todas las cosas positivas que se pueda decir. Me percato de que Amy empieza a hablar en voz alta pero para sí.
- ...ojalá fuera así siempre, todos juntos... - hablaba con los ojos cerrados y con una expresión de desánimo - ... como una gran familia, todos contentos, sonriendo, divirtiéndonos, sin que nadie nos moleste ni nos haga daño... Shadow, Tails, Cream, Knuckles, Cheese, Rouge, Silver, Blaze, yo...y... Sonic... mi querido y amado Sonic...
La sonreí tristemente, sé que ahora mismo estaba sufriendo, está pesadilla donde nos encontrábamos era horroroso e insufrible, pero sonreí para ella para mostrarla mi apoyo de que no estaba sola. Abrió los ojos y me miró, sabía que yo me había percatado de sus pensamientos en voz alta.
- No te preocupes, Amy - acaricio su mejilla donde tenía su feo moratón - todo volverá a ser como antes, estaremos todos juntos, como una gran familia, como tú sueñas que sea.
Me sonríe tristemente. Me prometí a mi mismo y al faker de que la protegería, y la haré feliz, le sacaré una sonrisa siempre que esté triste, sea como sea, yo solo quiero que ella no pierda su bella sonrisa de ángel que es. Beso su mejilla malherida.
- Pronto se curará y no tendrás esa mancha oscura en tu blanca mejilla.
- Y lo mismo pasará con tu arañazo.
Asiento sonriente para ella.
- Creo que deberíamos dormir, así podremos soportar a ese monstruo - digo con algo de sueño.
- Sí
Se acomoda en mi pecho y acurruca sus mejillas en mi pequeño mechón de pelo blanco. Oigo que bosteza y rodeo su cuerpo con mis brazos, rozo los suyos para darle calor y seguridad. Me agrada tenerla tenerla entre mis brazos, noto como si ella fuera mi más preciado tesoro que estuviera custodiando y no quisiera dejarla marchar. Aparece una sonrisa dulce en mis labios, que pocas veces dejo ver en mí y duermo plácidamente con el contacto de ella en mí.